Harry Powell o el mal encarnado en predicador: La noche del cazador (1955)

Hay películas que por una razón u otra marcan al espectador de por vida. No son muchas, ya que las grandes obras escasean, especialmente en estos tiempos de sequía creativa en la que vive el cine. Una de esas películas es La Noche del Cazador (The Night of the Hunter) de 1955, película dirigida por Charles Laughton. Esta película es difícil de clasificar, es cine de terror, es cine de miedo, está repleta de poesía negra, de expresionismo, de miedos infantiles hechos realidad, de hombres malos que no descansan, es todo eso y más. La trama no puede ser más sencilla, un predicador asesino en serie de mujeres llamado Harry Powell (Robert Mitchum) se entera por una breve estancia en la cárcel (por robar un coche) que su compañero de celda Ben Harper (Peter Graves) ha escondido el botín que ha robado. Ben será condenado a la pena capital por haber asesinado a dos hombres en el robo en plena gran depresión americana. Por desgracia, el hijo de Ben (John Harper encarnado por el actor Billy Chapin) ha recibido la dura losa de su padre: le ha hecho jurar antes de ser detenido que no revelaría donde se encuentra el dinero y además debe cuidar de su pequeña hermana Pearl (Sally Jane Bruce). El predicador, un hombre sin escrúpulos se encamina tras salir de la cárcel al pueblo donde viven los dos pequeños con su madre Willa Harper (Shelley Winters). A partir de este momento empieza la pesadilla infantil, todos los terrores se convierten en realidad para el pequeño John. Ahora voy a desvelar con detalle la trama de la película, si alguno de los lectores no ha visto la película que deje esto inmediatamente y se ponga a ello.
El predicador Harry Powell, como un Odiseo del mal, no descansará hasta conseguir el dinero. Para ello se camela -con sus mentiras y su verborrea sobre el bien y el mal (el famoso HATE y LOVE tatuado en sus nudillos)- a medio pueblo y finalmente se casa con la madre de John y Pearl. John conoce la verdad sobre el predicador, sabe que busca el dinero que le confió su padre y el debe protegerlo, ya que todo juramento infantil debe cumplirse. La madre se entrega a una locura de fanatismo ayudando al predicador en sus sermones. El predicador le ha indicado que cualquier encuentro carnal debe buscar la procreación y ella ya no quiere más hijos. A partir de esto, vemos como la madre va degenerando en el fanatismo, aquí hay una gran simbología sobre lo que es la madre carnal y como ésta al casarse con el predicador abandona a su hijo John, que no acepta a ese maléfico personaje. La madre descubre la verdad, ha sido utilizada por el predicador para obtener el dinero que su hijo guarda, en esa escena -puro expresionismo- la madre acepta el sacrificio que se avecina. Una escena de un asesinato, ella tumbada en la cama, boca arriba, con los brazos cruzados sobre el pecho, los ojos abiertos y expresión de aceptación del sacrificio. El reverendo -con su siempre presente navaja automática- se dispone a consumar el sacrificio, la madre carnal finalmente muere a manos del mal en una habitación oscura con formas geométricas triangulares, casi como en El Gabinete del Dr Caligari. A partir de estos momentos, los niños dejan de tener madre (John ya se había quedado sin ella cuando su padre le carga la losa de la responsabilidad) y el predicador intenta por medio de la violencia sonsacar la información. En un descuido los niños huyen con una canoa río abajo, se suceden escenas de animales nocturnos. De nuevo los miedos infantiles se materializan, las sombras, los búhos, los sapos, las telas de araña, todo eso deambula alrededor de los niños con la corriente del río. Los niños paran a descansar en un granero, se duermen y John se despierta a media noche en la lejanía oyendo una canción (learning on the everlasting arms) ¿es el predicador o es un sueño? "¿es qué él no duerme nunca?" dice el niño en su desesperación. De nuevo el terror infantil, el monstruo que siempre te persigue y nunca descansa, ese es el predicador Harry Powell. Los niños continúan su huida, exhaustos se duermen y la barca llega a la orilla donde son recogidos por la señorita Cooper (la maravilloso estrella del cine mudo Lilliam Gish), mujer que ha perdido el amor de su hijo y que lo intenta suplir acogiendo a niños huérfanos. La madre carnal vuelve en forma de hada protectora.

Puedo oíros murmurar, niños sé que estáis ahí abajo. Me estoy enfureciendo. Estoy perdiendo la paciencia, niños. Salgo a buscaros
Los niños vuelven a una cierta normalidad, pero John sigue con su carga, con el miedo al terror personificado en el predicador que puede volver en cualquier momento, y así sucede. Pero esta vez tiene un ángel protector, una mujer que no se traga la palabrería barata del predicador y lo echa de su finca a punta de escopeta. A partir de aquí el predicador acosa al grupo alrededor de la granja, y se produce una de las escenas más terroríficas del cine: Harry Powell sentando en la valla de la finca, la señorita Cooper en su mecedora con su escopeta, la ventana deja entrever al predicador en la noche, una de las niñas se acerca con un candil, la habitación se ilumina, al segundo Harry Powell ha desaparecido. El peligro es inminente, la señorita Cooper agrupa a los niños, el predicador pide que le entregue a los niños y un tiro, Harry Powell sale corriendo y se refugia en el granero, al día siguiente la policía federal lo detiene herido. En ese momento el niño recuerda a su padre detenido de la misma forma y por fin se produce la catarsis de John. Este golpea con la muñeca de la hermana -y que contiene los dolares del botín- a Harry y le dice "tómalo papá yo ya no lo quiero" mientras los dolares salen disparados de las entrañas de la muñeca, por fin John es libre y vuelve a la infancia. Esa muñeca representando la inoncencia perdida o tal vez recuperada de nuevo.

Y bien ahora ¿qué va a ser Señor? ¿otra viuda? ¿cuántas van ya? 6 o 12 no lo recuerdo
Una película increíblemente buena, la única obra como director del magnífico actor Charles Laughton -conocido por grandes papeles como el de abogado en Testigo de Cargo- y que no alcanzó ningún éxito en taquilla lo que le hizo desistir de nuevos intentos como director. El conjunto de la película es como decía al principio difícil de clasificar, hay escena casi cómicas (por ejemplo la huida del predicador tras el disparo, o los discursos sobre el bien y el mal) o de una belleza poética y a la vez espeluznante como es la imagen de la madre asesinada en el fondo del río con los cabellos mecidos por la corriente. Diálogos simples, tal vez intencionadamente simples para dar una imagen de cuento infantil al conjunto de la película. La fotografía espectacular de Stanley Cortez y los actores protagonistas lo bordan. Como curiosidad indicar que el actor que interpretó al pequeño John terminó mal sus días por problemas de drogas y alcohol, como por desgracia es muy frecuente en jóvenes estrellas del cine. Una de las películas imprescindibles de la historia de Hollywood.


La eterna dualidad bíblica, amor u odio, el bien o el mal


El predicador muestra su verdadero rostro, la infancia rota por el mal


La señorita Cooper cuidará de sus criaturas frente al mal que espera sentado afuera







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