Paseo por Boñar -cabeza de comarca del valle del mismo nombre- el día de mercado. Día de júbilo y bullicio, donde el olor de encurtidos se mezcla con el de quesos y con el de perfumes falsos de marcas de renombre. La mezcla es auténtica, como la del mercado semanal en un pueblo de pasada tradición de tratantes de ganado.
Paseo sin rumbo, entre las ofertas únicas, las señoras regateando y los turistas extranjeros que se mueven como si aquello fuera otro planeta. Por estos lares se me pasa el tiempo rápidamente, ese bien tan preciado.
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