Outlander: contar ovejas resulta mucho más divertido

A veces, a pesar de que todo apunta a que algo será entretenido y nos hará disfrutar, no se consigue el objetivo esperado. Hace un tiempo comencé a ver la primera temporada de la serie Outlander. Todo apuntaba a que aquello tenía que ser entretenido, una trama fantástica, con aventuras, amor, viajes en el tiempo, guerras, etc. La serie sigue a Claire Randall (Caitríona Balfe), una enfermera de la Segunda Guerra Mundial que, en 1945, viaja a Escocia con su esposo Frank (Tobias Menzies). Mientras explora un círculo de piedras misterioso, Claire es transportada mágicamente al año 1743, en plena Escocia del siglo XVIII, donde se ve atrapada en los conflictos entre los clanes escoceses y la amenaza británica. Bien, !!!buen argumento¡¡¡ Ahora comienza el visionado, primer capítulo bien, no apasiona, segundo, lo mismo, tercero, empieza a aburrir, cuarto bostezos y quinto cambio de serie. Demasiado empalago de protagonistas, especialmente la actriz principal, poca credibilidad en algunas interpretaciones, ritmo lento, sin enganchar.

Me cuesta entender el éxito de esta serie, van por la séptima temporada, incomprensible. El ritmo es lento, los actores nada del otro mundo, tirando a poco realistas. La protagonista se pasea por el S.XVIII como si estuviera en un plató de TV y los hombres de la época son maniqueos hasta el paroxismo. Es un argumento complicado -casar dos épocas tan dispares- pero los guionistas pierden el rumbo en la historia y no le dan ni el realismo ni el ritmo para enganchar. Seguro que mi opinión no es compartida por muchos, seguro que más de uno -como con Juego de Tronos- no se atreve a admitir la verdad: es muy aburrida. Si tenéis otras opciones no lo dudéis.




Comentarios