Me pareció ver un lindo gatito: El Impacto de las colonias felinas y gatos asilvestrados en la biodiversidad

Un felino doméstico con consecuencias en la naturaleza

El gato doméstico (Felis catus) es, sin duda, uno de los carnívoros más abundantes del planeta, con estimaciones que alcanzan los cientos de millones de individuos. Su presencia se manifiesta en diversas formas, desde mascotas hasta poblaciones semi-domésticas y colonias de gatos ferales (es decir no domésticos), especialmente comunes en entornos urbanos donde algunos ciudadanos los alimentan y cuidan regularmente. Esta relación simbiótica entre humanos y gatos, que se remonta a miles de años, ha llevado a su introducción en casi todos los rincones del mundo.

El gato es un depredador generalista y muy adaptable. Aunque la domesticación ha modificado algunos de sus comportamientos, su instinto de caza permanece intacto, incluso en individuos bien alimentados. Son cazadores oportunistas, capaces de depredar una amplia gama de animales, incluyendo aves, mamíferos, reptiles, anfibios, peces e invertebrados. Esta versatilidad, combinada con su capacidad para alcanzar densidades poblacionales elevadas, convierte a los gatos asilvestrados y a las colonias felinas en un factor de impacto ecológico significativo, especialmente en los ecosistemas urbanos y periurbanos donde alcanzan altas densidades. Si bien algunas personas consideran que la presencia de gatos puede tener efectos positivos, como el control de roedores, la creciente evidencia científica señala impactos negativos sustanciales sobre la biodiversidad. Además, los restos de comida que no consumen pueden ser alimento para otros animales que también son plagas y fuente de enfermedad, como las ratas.

El manejo de las poblaciones de gatos urbanos se basa comúnmente en la esterilización de adultos y campañas de educación para prevenir el abandono de mascotas. Sin embargo, la magnitud de los impactos negativos que causan estos gatos, particularmente en la biodiversidad, exige una comprensión más profunda y estrategias de gestión más efectivas no basadas en el sentimentalismo.

Un riesgo para la salud pública y la fauna

Más allá de su rol como depredadores, los gatos, incluyendo aquellos en colonias felinas, actúan como vectores y reservorios de numerosas enfermedades que pueden poner en peligro la vida silvestre y la salud pública. Una de las zoonosis más conocidas asociada a los gatos es la toxoplasmosis, causada por el parásito Toxoplasma gondii. Este parásito puede transmitirse a humanos y otros animales, causando problemas de salud significativos, que pueden ir desde síntomas leves similares a una gripe, hasta abortos y encefalitis que pueden llevar a la persona afectada a la muerte.

Un estudio realizado en Hawái, identificó colonias de gatos ferales en aproximadamente el 78% de los sitios públicos evaluados cerca de áreas importantes para aves nativas. Además, se detectó ADN de T. gondii en las heces de gatos en al menos el 75% de los sitios donde se recolectaron muestras. La presencia de T. gondii cerca de áreas de conservación de aves nativas, muchas de las cuales son especies raras y en peligro de extinción en Hawái, subraya el riesgo significativo que representan los gatos ferales para la fauna local.

Es importante destacar que los sitios donde se detecta T. gondii son a menudo áreas de alto uso público, como parques y playas, lo que aumenta el riesgo de exposición para las personas y sus mascotas. La transmisión puede ocurrir a través del contacto con heces de gato contaminadas en la tierra o el agua, o por el consumo de mariscos crudos contaminados. Además de la toxoplasmosis, los gatos pueden portar y transmitir otras enfermedades como la rabia y la leucemia felina, que pueden afectar tanto a la fauna silvestre, incluyendo especies amenazadas, como a otros animales domésticos. El impacto económico de las enfermedades transmitidas por gatos también es significativo.

La alta densidad de individuos en las colonias de gatos ferales y sus interacciones intensas dentro de las colonias y con otros gatos (domésticos y ferales) pueden jugar un papel particularmente importante en la dinámica de las enfermedades. Por lo tanto, la gestión de las colonias felinas no solo es crucial para la conservación de la biodiversidad, sino también para la protección de la salud pública.

Un ataque silencioso a la fauna: aves, micromamíferos y más

El impacto más directo y ampliamente documentado de los gatos asilvestrados y las colonias felinas sobre la biodiversidad es la depredación. Debido a sus altas densidades y a su instinto de caza persistente, los gatos pueden ejercer una presión depredadora considerable sobre las poblaciones de fauna silvestre, a menudo superando la de los depredadores nativos de tamaño similar. Además, estos animales depredan aunque estén bien alimentados.

Impacto en Aves: las aves son una de las presas más vulnerables a la depredación por gatos, especialmente en entornos urbanos y periurbanos donde las colonias felinas son comunes. Un estudio realizado en Madrid (España) encontró que la presencia de colonias de gatos ferales se asociaba con distancias de escape más largas en las aves urbanas. Esto sugiere que las aves en áreas con colonias de gatos exhiben una mayor percepción del riesgo y, presumiblemente, experimentan un impacto negativo en sus tendencias poblacionales. Además, las aves en estas zonas tendían a situarse a mayor altura. A nivel global, los gatos domésticos están implicados en la disminución de numerosas poblaciones de aves e incluso en extinciones. Se estima que los gatos domésticos matan millones de aves cada año solo en Canadá. Los efectos indirectos, como el aumento del riesgo de depredación de nidos por otros depredadores debido al miedo inducido por los gatos, también son significativos.

Impacto en micromamíferos y otros grupos animales: los micromamíferos, como ratones, musarañas y conejos, también son presas frecuentes de los gatos. La depredación por gatos puede ser una causa importante de mortalidad para estos animales, afectando a sus poblaciones e incluso llevando a algunas de ellas a extinciones locales. Además de aves y mamíferos, los gatos depredan reptiles, anfibios, peces e invertebrados, contribuyendo a una reducción general de la biodiversidad. El impacto es particularmente grave en ecosistemas insulares, donde la fauna nativa a menudo carece de defensas evolutivas contra depredadores mamíferos introducidos. Los gatos han sido identificados como una de las peores especies invasoras a nivel mundial y están directamente relacionados con la disminución y extinción de especies animales en numerosas islas. En estos entornos frágiles, la pérdida de especies debido a la depredación por gatos puede desencadenar la alteración de procesos ecológicos clave, como la dispersión de semillas y la polinización.

Efectos Indirectos: más allá de la depredación directa, la mera presencia de gatos puede generar efectos de miedo o intimidación en la fauna silvestre. Estos efectos pueden alterar los comportamientos de forrajeo y defensa, aumentar los niveles de estrés, afectar el estado físico y la inversión reproductiva de las presas, e incluso aumentar su vulnerabilidad a otros depredadores. La competencia por recursos (alimento, espacio, refugio) entre los gatos y las especies nativas también puede tener impactos negativos en la biodiversidad. Por ejemplo, cada ratón consumido por un gato no está disponible para un depredador nativo como un ave rapaz. Finalmente, la hibridación con especies silvestres, como el gato montés europeo, representa otra amenaza significativa para la conservación de la fauna nativa.

Recomendaciones para una coexistencia responsable: lo que no debemos hacer

Si nuestro objetivo es conservar la biodiversidad y la salud de nuestros ecosistemas urbanos y periurbanos, es crucial reconsiderar algunas prácticas relacionadas con la gestión y la tenencia de gatos. A la luz de la evidencia científica, existen varias acciones que no debemos realizar:

Fomentar o mantener colonias de gatos ferales sin una gestión adecuada: Si bien la intención de alimentar y cuidar a los gatos puede ser noble, la proliferación de colonias sin un control poblacional efectivo y medidas para mitigar su impacto (como la reubicación en santuarios o la creación de zonas libres de colonias) puede tener consecuencias negativas significativas para la fauna local. El simple suministro de alimento no evita el comportamiento depredador de los gatos.

Abandonar mascotas: El abandono de gatos domésticos es una de las principales fuentes de gatos asilvestrados que se integran a las colonias o forman nuevas poblaciones ferales, aumentando la presión sobre la vida silvestre.

Ignorar los impactos de los gatos con acceso al exterior: Incluso los gatos domésticos que son alimentados regularmente pueden tener un impacto depredador acumulativo significativo en la fauna silvestre, especialmente en áreas con alta densidad de gatos. Permitir que los gatos deambulen libremente, especialmente durante las horas de mayor actividad de la fauna local (como el amanecer y el atardecer), aumenta significativamente el riesgo de depredación.

Oponerse a medidas de control éticas y efectivas: En áreas sensibles para la conservación de la biodiversidad, puede ser necesario implementar medidas de control poblacional de gatos ferales, como la eutanasia. Oponerse sistemáticamente a estas medidas sin ofrecer alternativas viables puede perpetuar los impactos negativos y contribuir a la destrucción de la naturaleza.

Subestimar el riesgo de enfermedades: La presencia de colonias de gatos ferales, especialmente en áreas de alto uso público o cerca de hábitats de fauna sensible, conlleva un riesgo de transmisión de enfermedades tanto para la vida silvestre como para la salud humana. Ignorar o minimizar este riesgo es irresponsable ya que la vida de personas puede estar en juego.

Favorecer el bienestar individual de unos pocos gatos sobre la conservación de la biodiversidad: La legislación emergente que algunos países se han lanzado a promulgar sin ninguna bases científica, priorizando la protección de los gatos asilvestrados sin considerar adecuadamente sus impactos en la biodiversidad, puede ser contraproducente y perjudicar los esfuerzos de conservación a largo plazo. Es necesario un equilibrio que considere tanto el bienestar animal como la protección de los ecosistemas.

No tomar medidas preventivas como la esterilización y la identificación: La esterilización temprana de las mascotas y el uso de métodos de identificación (microchip, collar con identificación) son fundamentales para prevenir la reproducción descontrolada y facilitar la identificación de los propietarios en caso de pérdida, reduciendo así el número de gatos abandonados y asilvestrados.

En última instancia, la protección de nuestros ecosistemas urbanos y periurbanos y la conservación de su valiosa biodiversidad requieren un cambio en nuestra percepción y gestión de los gatos, reconociendo su impacto negativo y adoptando enfoques más responsables y basados en la evidencia científica, huyendo de visiones sensibleras de la gestión de la naturaleza.


Referencias Bibliográficas

Blancher, P. (2013). Estimated number of birds killed by house cats (Felis catus) in Canada. Avian Conservation and Ecology, 8(2), 3.

Bonnaud, E., Medina, F. M., Vidal, E., Nogales, M., Tershy, B., Zavaleta, E., & Horwath, S. V. (2011). The diet of feral cats on islands: A review and a call for more studies. Biological Invasions,13(3), 581–603.

Carrete, M., Clavero, M., Arrondo, E., Traveset, A., Bernardo-Madrid, R., Vilà, M., Blas, J., Nogales, M., Delibes, M., García-Rodríguez, A., Hernández-Brito, D., Romero-Vidal, P., & Tella, J. L. (2022). Emerging laws must not protect stray cats and their impacts. Conservation Science and Practice, 4 (7), e12706.

Díaz, M., Fernández, J., & Page, A. (2022). Cat colonies and flight initiation distances of urban birds: Dealing with conflicting sources of citizen wellbeing. Science of the Total Environment, 827, 154401.

Doherty, T. S., Glen, A. S., Nimmo, D. G., Ritchie, E. G., & Dickman, C. R. (2016). Invasive predators and global biodiversity loss. Proceedings of the National Academy of Sciences, 113 (40), 11261–11265.

Frank, A. S. K., Johnson, C. N., Potts, J. M., Fisher, A., Lawes, M. J., Woinarski, J. C. Z., & Legge, S. (2014). Experimental evidence that feral cats cause local extirpation of small mammals in Australia's tropical savannas. Journal of Applied Ecology, 51 (6), 1486–1493.

Gerhold, R. W., & Jessup, D. A. (2013). Zoonotic diseases associated with free-roaming cats. Zoonoses and Public Health, 60 (3), 189–195.

Lepczyk, C. A., Haman, K. H., Sizemore, G. C., & Farmer, C. (2020). Quantifying the presence of feral cat colonies and Toxoplasma gondii in relation to bird conservation areas on O'ahu, Hawai'i. Conservation Science and Practice, 2 (12), e179.

Loss, S. R., Will, T., & Marra, P. P. (2013). The impact of free-ranging domestic cats on wildlife of the United States. Nature Communications, 4 (1), 1396.

Lowe, S., Browne, M., & Boudjelas, S. (2000). 100 of the world's worst invasive alien species: A selection from the Global Invasive Species Database. Invasive Species Specialist Group, International Union for Conservation of Nature.

Medina, F. M., Bonnaud, E., Vidal, E., Tershy, B. R., Zavaleta, E. S., Donlan, J., & Nogales, M. (2011). A global review of the impacts of invasive cats on island endangered vertebrates. Global Change Biology, 17 (12), 3503–3510.

Meli, M. L., Cattori, V., Martínez, F., López, G., Vargas, A., Simón, M. A., Zorrilla, I., Muñoz, A., Palomares, F., López-Bao, J. V., Pastor, J., Tandon, R., Willi, B., Hofmann-Lehmann, R., & Lutz, H. (2009). Feline leukemia virus and other pathogens as important threats to the survival of the critically endangered iberian lynx (Lynx pardinus). PLoS One, 4 (3), e4744.

Trouwborst, A., McCormack, P. C., & Martínez Camacho, E. (2020). Domestic cats and their impacts on biodiversity: A blind spot in the application of nature conservation law. People and Nature, 2 (1), 235–250.

Comentarios