Ex-machina (2014): chatGPT se pone sexy

Hoy traigo al Blog una interesante película de ciencia ficción, se trata de Ex_machina (2014), dirigida por Alex Garland. Este director, al que el terror y la ciencia ficción se le dan bastante bien, es el mismo director de 28 días después y del próximo estreno de 28 años después. La película es una fascinante exploración de los límites de la inteligencia artificial (IA) y lo que significa ser humano. Se trata de un thriller psicológico en el que se mezcla la ciencia ficción con una reflexión filosófica sobre la conciencia, la moral y el poder.

La trama sigue a Caleb, un programador talentoso, interpretado por Domhnall Gleeson, que trabaja en una gigantesca compañía tecnológica. Caleb gana un concurso para pasar una semana en la remota y lujosa residencia de Nathan (Oscar Isaac), el excéntrico fundador de la empresa. Una vez allí, descubre que su tarea es participar en una prueba revolucionaria: evaluar si Ava, una avanzada inteligencia artificial con apariencia humanoide, posee verdadera conciencia. Lo que comienza como un experimento científico pronto se convierte en un juego de manipulaciones y desconfianza. Ava no solo demuestra ser extraordinariamente inteligente, sino también capaz de despertar emociones humanas en Caleb, cuestionando continuamente su percepción de la realidad. Mientras Nathan observa desde las sombras, la relación entre Caleb y Ava se intensifica, y las líneas entre humano y máquina se difuminan. En un contexto claustrofóbico, ya que se desarrolla en el interior de una casa en cuya parte subterránea se encuentran las instalaciones donde se ha desarrollado a Ava. Esta instalación a su vez se encuentra en medio de la naturaleza más remota, lo que le da un punto más de aislamiento de la realidad humana.

La película aborda preguntas profundas: ¿puede una máquina tener conciencia? ¿qué responsabilidades tiene el creador hacia su creación? A través de una narrativa intrigante y un diseño visual minimalista, la película logra sumergir al espectador en un mundo de tecnología futurista que parece peligrosamente plausible. Además, los diálogos van metiéndonos cada vez más en la trama y atrapándonos en los dilemas morales que se van planteando a lo largo de la película.

Tú aprendes sobre mí y yo no aprendo nada sobre tí. Ese no es el fundamento en el que se basa la amistad

El filme destaca también por las actuaciones brillantes de Domhnall Gleeson (Caleb), Oscar Isaac (Nathan) y Alicia Vikander (Ava), cuyo lenguaje corporal captura perfectamente la delicada línea entre lo humano y lo artificial. La película plantea un futuro (casi ya presente) en el que las máquinas no solo piensan, sino que también sienten y luchan por su propia autonomía. Esperemos no terminar como Terminator.

En resumen, Ex Machina es mucho más que una película de ciencia ficción; es una advertencia sobre las consecuencias de jugar a ser Dios en un mundo donde la tecnología avanza más rápido que nuestra capacidad para entenderla. Si no la has visto y te gusta la ciencia ficción, ya estás tardando.






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