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"Estas son mis opiniones, si no te gustan tengo más"
La segunda temporada de la serie de televisión de HBO The Last of Us está programada para estrenarse a principios de este año. Esta serie se basa en los videojuegos desarrollada por Naughty Dog. La primera temporada fue en mi opinión bastante irregular, con capítulos memorables y otros completamente soporíferos. La serie se sitúa veinte años después del inicio de una pandemia causada por una infección fúngica masiva, que convierte a los humanos infectados en seres similares a muertos vivientes, lo que lógicamente provoca el colapso de la sociedad. La segunda temporada, basada de nuevo en el videojuego de 2020I, sigue a Joel (Pedro Pascal) y Ellie (Bella Ramsey) cinco años después de los eventos de la primera temporada e introduce al personaje de Abby (Kaitlyn Dever).
La temporada se ha filmado en la Columbia Británica desde febrero hasta agosto de 2024. Se espera que la temporada tenga una duración de siete episodios. Aquí os dejo el tráiler:
Alfred Stieglitz (1864–1946) fue un fotógrafo, editor y promotor del arte estadounidense que desempeñó un papel crucial en el reconocimiento de la fotografía como una forma legítima de arte. Stieglitz no solo fue un maestro en su oficio, sino también una figura central en el movimiento modernista en los Estados Unidos. Stieglitz nació en Hoboken, Nueva Jersey, pero estudió en Alemania, donde se interesó por la fotografía. En sus primeros años, trabajó para perfeccionar el proceso técnico, pero su verdadero impacto vino al abogar por la fotografía como una forma de arte que podía competir con la pintura y la escultura. Este autor se movió desde el pictorialismo hacia el modernismo, con un enfoque más directo, en el que la fotografía capturaba la esencia de la modernidad con un énfasis en la composición, el detalle y la luz.
Fue director de la publicación Camera Work, está revista estuvo en publicación desde 1903-1917. En la publicación se recogían las mejores fotografías artísticas de la época, incluyendo las obras del propio Stieglitz. Este autor en un viaje a Europa para ver a familiares y amigos paseando por la cubierta del varco se fijó en la dualidad de la primera y la tercera clase, no se lo pensó y con la única placa fotográfica que portaba realizó la fotografía Tercera Clase (1907) (o el Entrepuente del original inglés The Steerage). ¿Qué tiene de especial? Lo primero es que se trata de una imagen realista, con enfoque documental, pero al mismo tiempo la composición permite contar más cosas. Aquí radica la novedad, hay lenguaje fotográfico detrás. Muestra la fuerte dualidad entre la Primera clase (arriba en la composición de la foto) y la tercera clase (abajo, en una zona oscura, sin luz natural y con poco ventilación). El autor (que estaba en primera clase) se da cuenta de ello y lo retrata, arriba a la derecha la gente pudiente, abajo la gente más pobre, el puente con cadenas, tal vez hacia una vida mejor, la chimenea cierra la composición por la izquierda, mujeres y niños abajo, con ropas pobre. En una sola imagen se cuenta mucho.
El otro día visualice un corto titulado "Verdun" en Youtube. Narraba la historia de dos hermanos luchando en la Primera Guerra Mundial en la famosa y trágica contienda. Después de verlo, me llamó la atención su calidad visual, pero también la capacidad de contar una historia en pocos minutos y de forma dramáticamente intensa. Los autores eran estudiantes de una escuela francesa de artes digitales, donde enseñan efectos especiales, creación de videojuegos, animación 3D, etc. Este sería su trabajo de fin de grado. Esta escuela debe ser un paraíso para cualquier creador. Os dejo el corto, merece la pena.
El Citroën DS, también apodado Citroën Tiburón, fue un vehículo producido entre los años 1955 y 1975 para competir contra el Renault Frégate. El Tiburón fue un modelo que lo superó, tanto en tecnología como en diseño. Fue lanzado en el Salón del Automóvil de París de 1955, y este coche marcó un antes y un después en la industria automotriz.
Su diseño futurista, obra del escultor y diseñador italiano Flaminio Bertoni, junto con el ingeniero André Lefèbvre, capturó inmediatamente la atención del público y convirtió al DS en uno de los iconos de la modernidad. Pero no solo su estética lo distinguió; este modelo introdujo innovaciones técnicas que redefinieron los estándares del automóvil, destacándose especialmente su sistema de suspensión hidroneumática, que ofrecía una comodidad de conducción inigualable al absorber de manera excepcional las irregularidades del terreno.
Entre sus innovaciones más destacadas se encuentran la dirección asistida, los frenos de disco delanteros y un sistema hidráulico centralizado que controlaba la suspensión, los frenos y la transmisión. Esto último era lo que realmente suponía una revolución respecto al resto de automóviles. Estas tecnologías influyeron en el desarrollo de vehículos posteriores, estableciendo nuevos niveles de seguridad y confort. El Citroën DS no solo fue un coche revolucionario, sino también un símbolo cultural, utilizado en películas, eventos de Estado y admirado por artistas y líderes mundiales. Hoy, sigue siendo recordado como una obra maestra de la ingeniería y el diseño. Una preciosidad de coche. Os dejo la prueba de Diariomotor.
El cine de zombis o muertos vivientes (o variantes de infecciones víricas) es tal vez uno de los subgéneros dentro del cine de terror más estimulante para los espectadores amantes del terror distópico. Desde la pionera "White Zombi" (1932) (La legión de los hombres sin alma) de Victor Halperin, son muchas y muy buenas (y también terriblemente malas) las películas del género. George A. Romero en sus magníficas Night of the Living Dead (1968) y Dawn of the Dead (1978) dio al género el empujón que necesitaba. La película que os traigo hoy es una variante coreana sobre el cine de zombis, en este caso de infectados rabiosos, que supone tal vez una de las mejores de los últimos años. Su director (el coreano Yeon Sang-ho) ha sabido darle a la película varios componentes que la hacen una gran película. Empecemos con ella.
Los tres primeros minutos de la película ya prometen al espectador una cinta fuera de lo común. Un hombre en su camión es parado por un grupo de hombre con trajes blancos y mascarillas para desinfectar su camión, una pequeña fuga sin importancia -como siempre "sin importancia"-, después el conductor atropella un ciervo. Se va y deja el cuerpo ensangrentado en el asfalto.... Al principio estamos con un ritmo pausado, hay una presentación de personajes, con sus problemas detrás. El espectador va entendiendo a cada uno de los protagonistas y esto es bueno, esto hace que el cine sea cine y no un grupo de acróbatas dando saltitos. El espectador empieza a intuir que algo malo está sucediendo en Corea del Sur, pero no termina del todo de saber qué es. Los dos protagonistas principales (padre e hija) cogen el tren para ver a la madre de la niña, que es la ex del padre (dos papelones, el padre por parte del actor Gong Yoo y la hija, especialmente buena su interpretación, por parte de Kim Soo-an). Gran parte de la acción se desarrolla dentro de un tren de alta velocidad, sí en un tren, y esto hay que saber rodarlo muy bien para que quede creíble. El director lo consigue, acción trepidante dentro de los vagones infectados de rabiosos seres sedientos de sangre humana. Estamos ante personajes normales, sin armas (como suele ser últimamente este tipo de películas, lo que le resta credibilidad), que tienen que luchar con sus propios medios e imaginación contra un peligro nuevo y mortal. Además, el ambiente claustrofóbico del tren continúa cuando los protagonistas salen de él. Dentro del grupo de humanos no infectados surgen las tensiones típicas del cine de catástrofes, destacando el papel de ruin y cobarde Yong-Suk (el actor Kim Eui-Sung), lo hace tan bien que todos estamos deseando que se lo coma un zombi, magistral. La acción es frenética, pero gracias a la combinación de momentos dramáticos, hace que la película no sea solamente acción, hay una historia de personajes rotos, de crítica social a un sistema deshumanizado. En esto bebe de las grandes obras de George A. Romero. Merece la pena verla, son 180 minutos en los que uno no despega los ojos de la pantalla. La precuela es cine de animación (Seoul Station, 2016) y hay una segunda parte, Península (2020).
Robert Jastrow (1925-2008) Profesor de la Universidad de Columbia, Director de la NASA:
Para el científico que vivió basando su fe en el poder de la razón, la historia se termina como una pesadilla. Escaló las montañas de la ignorancia; está a punto de conquistar la cima más alta; y, cuando se alza sobre el peñasco final, lo recibe un puñado de teólogos que estaban allí mismo desde hace siglos.
Adoración de los Magos de Leonardo da Vinci (1481-1482)
El próximo año nos depara algunas películas prometedoras, al menos viendo directores y argumentos. Una de ellas es "28 años después", es decir la tercera parte de una de las películas de zombis más icónicas de este siglo: "28 días después" (2002), la cual permitió revivir (nunca mejor dicho) el subgénero de las películas de zombis. Aquella película mostraba un mundo apocalíptico, concretamente un Londres apocalíptico, en el que el actor irlandés Cillian Murphy mostraba sus grandes cualidades interpretativas. La segunda parte, "28 semanas más tarde" (2007), comenzaba de forma espectacular, con cierto efectismo posterior y en general era una segunda parte aceptable.
Ahora nos llega la tercera, que se estrenará el 20 de junio de 2025. Nos narra la historia de los supervivientes 28 años después de los sucesos de la segunda parte, el virus que convierte a los humanos en seres violentos y llenos de ira ha regresado. Un grupo de supervivientes debe sobrevivir en un mundo asolado por hordas de infectados. Parece que la película ha sido rodada con un iPhone y con la ayuda de diferentes cachivaches especializados. El director es el mismo de la primera parte: Danny Boyle. El tráiler cuanto menos es bastante inquietante, esperemos que la película cumpla.
Hoy traigo una receta de esas que se hacen fácilmente, en una tarde de invierno en la que uno se encuentra aburrido. Vamos a ello:
INGREDIENTES E INSTRUMENTOS:
3 huevos
Sal
Un yogurt entero natural
Aceite de girasol
Azúcar
Levadura
Harina de trigo
Molde de Bizcocho
Varillas repostería
Recipiente de mezcla
Horno a 180ºC
PROCEDIMIENTO
Tomamos los tres huevos y los juntamos con un vaso de yogurt lleno de azúcar. Lo mezclamos bien con las varillas, hasta que suba un poco (procurar que todos los ingredientes se encuentren a temperatura ambiente).
Se añade una pizca de sal (potencia el sabor del bizcocho).
Se le añade a la mezcla anterior medio vaso de aceite junto con medio vaso de azúcar y se mezcla bien con las varillas (utilizar el vaso de yogurt como medida).
Se añade un yogurt entero y se bate bien.
Después con un colador añadimos 3 vasos de yogurt de harina, el sobre de levadura y todo se bate bien.
En el molde ponemos unas gotitas de aceite y lo untamos bien. Se puede espolvorear un poco de harina encima del aceite.
Se añade la mezcla y al horno entre 30 y 40 minutos. Al terminar dejar el horno cerrado y desconectado durante 5 minutos. Después sacamos el bizcocho y lo dejamos enfriar. A disfrutar¡¡¡¡
Podríamos contestar a esta pregunta que realmente nada. Pero hasta cierto punto, algo tiene que ver el padre de la teoría de la evolución por selección natural. En la segunda mitad del S.XIX la fotografía era un invento relativamente reciente y su uso se aplicaba básicamente a fotografiar la realidad lo más fielmente posible, sin libertadas artísticas. Esto cambió gracias a una mujer, una pionera en la fotografía artística: Julia Margaret Cameron (1815-1879). Sus retratos y composiciones artísticas, caracterizados por un enfoque suave y atmosférico, marcaron un cambio significativo en la forma en que se percibía la fotografía, transformándola de un simple medio documental a una forma de expresión artística. Julia nació en la India, en el seno de una familia adinerada. Durante gran parte de su vida adulta, Cameron se movió en círculos sociales e intelectuales de élite, lo que influyó en su trabajo posterior. No comenzó a experimentar con la fotografía hasta los 48 años de edad, cuando recibió una cámara como regalo de su hija. Este obsequio marcó el inicio de una carrera breve pero prolífica y el inicio de la fotografía artística. Cameron desarrolló un estilo distintivo que desafiaba las normas técnicas de la fotografía de su época. Mientras que muchos fotógrafos de la época se esforzaban por obtener imágenes nítidas, precisas y lo más realistas posibles, Cameron buscaba un enfoque más emocional y artístico. Su estilo se caracterizaba por un enfoque suave y con un desenfoque deliberado. Ella pensaba que las imperfecciones técnicas, como el desenfoque, realzaban el carácter artístico y la emotividad de las fotografías. Además, también utilizada las luces y sombras con un fin dramático, creando imágenes con una atmósfera mística. De hecho, muchas de sus fotografías retrataban escenas poéticas y religiosas. Entre sus obras también destacan los retratos, y aquí es donde llega el padre de la selección natural y su famosos retrato. Como todos los innovadores, nuestra autora fue muy criticada en vida. Por fortuna, en el S.XX su obra fue rescatada y se convirtió por derecho propio en una figura fundamental de la historia de la fotografía.
De Alejandro el platónico, no decir a nadie muchas veces ni innecesariamente "Estoy ocupado", ni tampoco escribirlo en una carta; ni servirme de estos procedimientos para apartarme sin interrupción de los deberes que tenemos respecto a aquellos con los que convivimos, utilizando como excusa los asuntos que nos urgen.
La serie Walking Dead, basada en un comic escrito por Robert Kirkman y dibujado por Tony Moore, ha sido un hito en la historia de la televisión. A pesar del bajo nivel de la últimas temporadas, siempre quedará en la historia de las series las primeras temporadas, siendo el primer capítulo un ejemplo de lo que es el cine (una serie no deja de ser una película larga vista por trozos). De este universo han surgido varias series, o spin-off, entre ellos la del personaje Daryl Dixon. En la serie original, Daryl es introducido como el hermano menor de Merle Dixon, un hombre impulsivo y violento. En contraste, Daryl es más reservado, aunque muestra una actitud agresiva y desconfiada, influenciada por su relación con su hermano y su pasado difícil. A medida que la serie avanza, Daryl evoluciona de ser un solitario hosco a un miembro leal y esencial del grupo liderado por Rick Grimes. Su crecimiento emocional lo lleva a establecer fuertes lazos con otros personajes, como Carol Peletier y Beth Greene. Tras la partida de Rick en temporadas posteriores, Daryl asume un papel más destacado como líder, guiando al grupo con pragmatismo y empatía, aunque manteniendo su estilo reservado. En el spin-off, Daryl aparece en las costas francesas, y la primera temporada se centra en descubrir qué hace allí y cómo puede volver a su casa. La serie muestra una Francia postapocalíptica muy interesante, y en lugar de centrarse en la acción (tiene también, y buena), se centra en los personajes, y en la lucha de todos ellos por sobrevivir a los muertos vivientes, y tal vez de los que son peores, algunos de los que continúan vivos. En la segunda temporada aparece Carol, y ya adelanto que también merece la pena, veremos que hacen con la tercera, rodada en España.
Hoy en día hacemos fotografía con una facilidad pasmosa. Disparamos y disparamos, especialmente con los móviles, y esas fotos pueden circular rápidamente a través de la red, llegando hasta el último rincón del Mundo (siempre que se tenga acceso a internet). Pero en el S.XIX, la cosa no fue tan fácil. La primera fotografía de la historia data de 1826 (o 1827, según algunas fuentes) y fue realizada por Joseph Nicéphore Niépce en Francia. Utilizó un proceso llamado heliografía en el que una placa de estaño recubierta con betún de Judea se expuso a la luz solar durante varias horas. Sí, durante varias horas. La fotografía se conoce como "Vista desde la ventana en Le Gras", es un hito en la historia de la tecnología y por supuesto de la fotografía. Pongo la imagen en esta entrada, desde luego no es gran cosa para las técnicas actuales, pero estamos hablando de 1826.
Luego llegó el daguerrotipo. Fue desarrollado en 1839 por Louis Daguerre, un colaborador inicial de Niépce. Este método revolucionó la fotografía ya que requería menos tiempo de exposición (alrededor de 20-30 minutos), produciendo imágenes mucho más nítidas y detalladas. Utilizaba una placa de cobre recubierta de plata, que se sensibilizaba con vapores de yodo y luego se revelaba con vapores de mercurio. Aunque las imágenes del daguerrotipo eran únicas y no se podían reproducir, su precisión y la fascinación que generaron lo convirtieron en el primer proceso fotográfico ampliamente utilizado. Os pongo un ejemplo de este tipo de fotos, en la que el inventor es retratado con su invento.
En este pueblo, hace más de 200 años nació Don Manuel José de Frutos y Huerta. Este señor fue un comerciante que emigró a Nueva Zelanda. Una vez allí, y con una gran capacidad para integrarse en la nueva cultura a la que había llegado, fundó un clan, sí, un clan maorí. Para ello, estuvo casado con cinco mujeres maorís, con las cuales engendró 9 hijos. De estos hijos, surgieron más, y más, de tal manera que en la actualidad el clan Paniora (que significa español en maorí) presenta entre 15.000 y 20.000 miembros, y supone una parte (genéticamente hablando) de Segovia en nuestras antípodas. Hay hasta un documental sobre este tema. Las cosas que pasan en nuestro mundo.....