Tres películas mudas fundamentales para entender el cine

El cine es un arte indiscutible. Hoy en día no mucha gente se adentra en el cine mudo, ese cine en el que la imagen, la música y los textos eran lo único necesario para entender este arte. Hay muchas películas mudas, pero tal vez estas tres que traigo hoy al blog sean esenciales para poder entender el cine más moderno. Si no las has visto, te recomiendo hacerlo.

El nacimiento de una nación (1915): dirigida por el director estadounidense David W. Griffith. Se trata de una película épica sobre el nacimiento de USA. Revolucionó el lenguaje cinematográfico con el uso del montaje paralelo, de los primeros planos y los movimientos de cámara innovadores. Introdujo en el cine el concepto de cine narrativo épico, con una estructura más cercana a la de las novelas. Aunque polémica por su contenido racista, su impacto en la evolución del cine es innegable.


El acorazado Potemkin (1925) del director soviético Serguéi Eisenstein. Popularizó la técnica del cine de acción, creando impacto emocional a través de la edición. Su famosa escena de la escalera de Odesa se convirtió en un referente para el cine de acción y suspense, con el famoso homenaje en Los intocables de Eliot Ness (Brian De Palma). Demostró el poder del cine como herramienta de propaganda y narración visual intensa, ya que la película fue un instrumento político para el régimen soviético.  



Metrópolis (1927) obra dirigida por el austriaco Fritz Lang. Se trata de una de las primeras películas de ciencia ficción, con una visión futurista impactante. Sus efectos especiales y escenografía expresionista influyeron notablemente en películas como Blade Runner o Star Wars. Introdujo la figura del robot humanoide en el cine, tan utilizado posteriormente en numerosas películas.



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